La imagen de la Virgen Dolorosa siempre ha sido causa de despertar en las gentes del pueblo un gran amor devoción. Tanto es así que una gran parte de la población la consideraba patrona de Crevillent; debido al amor y cariño que la sagrada imagen emociona, con su dramático gesto de dolor, a todo un pueblo creyente y amante de la Semana Santa. El amor y devoción a dicha imagen llegó a impresionar de tal manera a sus gentes, piadosas amantes del arte, que, desde el siglo pasado, se inició la costumbre de cantar a la Virgen Dolorosa el misterio de sus dolores y acompañarla en las procesiones con los bellísimos cantos entonados por la gran masa coral de las voces de todo un pueblo, cantando a la Virgen María, Madre Dolorosa, resaltando su dolor con expresión musical muy solemne, acorde con la belleza y profunda emoción del acto. La imagen de la Virgen destaca por su expresión, que realza con su gesto y actitud el drama que sufrió y convivió por el amor a su hijo, Jesús. Nuestro Redentor.

El admirado escultor Mariano Benlliure, ilustre artista valenciano, fue el autor de la imagen que veneramos los crevillentinos. Para la figura de la Virgen le sirvió de modelo una dama de la sociedad madrileña, D.9 Juana de Oteyza, esposa de D. Jesús de Ussía, hijo del Marqués de Aldama; el gesto doloroso que el escultor advirtió en ella a raíz de una trágica y horrible desgracia que esta señora hubo de sufrir, fue la causa que decidió al artista a solicitarle una colaboración para tan noble motivo. Si grande fue el servicio que la amable señora prestó al arte, muy grande fue el honor que recibió con ello.

Mariano Benlliure realizó varias imágenes religiosas representando a la Virgen María en diversas actitu­des y expresiones de dolor. En el año 1940 le fue encargada la imagen de N.ª S.ª de la Soledad, que se venera en la Santa Iglesia Catedral de Salamanca y se procesionó por primera vez en el año 1941; en este mismo año se procesionó otra bella y magnifica imagen de N. S. de los Dolores, por encargo de la Cofradía titular de la población de Calzada de Calatrava. En el año 1943 terminó la imagen de la Virgen de los Dolores de la población de Villanueva de la Serena, con un bellísimo rostro en el que resplandece la divinidad y el sentimiento que solamente la Santísima Virgen podía tener en trance tan doloroso. En los años 1945 y 1946, Benlliure realiza dos bellísimas imágenes de la Virgen Dolorosa, para Cartagena y Crevillent, respectivamente. Las dos son muy semejantes e inspiradas en el grupo escultórico de María caminando hacia el Calvario.

La Virgen Dolorosa de Crevillent fue adquirida por los hermanos Dolores y Recaredo Mas y Magro, grandes devo­tos de María, cumpliéndose este año el cincuentenario de su presencia entre nosotros.

No me resta más que, desde esta revista, felicitar a la Cofradía Virgen de los Dolores por el magno acontecimien­to que celebramos.

Álvaro Magro

Director del museo Mariano Benlliure